Conferencia: Escribir y sobrevivir en América Latina en el Tecnológico de Antioquia, Colombia

Si no tuvo oportunidad, disfrute de esta charla sobre el arte de escribir y sobrevivir en América Latina, gracias a la generosidad de Carolina Moreno y al Tecnológico de Antioquia, Colombia.

¿cómo vivir y sobrevivir escribiendo en América Latina?

El libro nuestro de cada martes: Gabo y Fidel, el paisaje de una amistad de Ángel Esteban y Stéphanie Panichelli

Más allá de la opinión que cada personaje nos merezca este pedazo de historia de nuestro continente encierra a dos personalidades enormes; un momento privilegiado y un escenario maravilloso. Si bien uno quisiera encontrar algunas notas sobre esta amistad legendaria, estamos enfrente de una de las mejores biografías políticas del enorme Gabo. Algo más sobre el libro: https://elcultural.com/Gabo-y-Fidel-el-paisaje-de-una-amistad

Gabo habla sobre su amistad con Fidel

El rincón de la bibliografía: ¡Feliz cumpleaños Gabo querido!

Como queremos tanto a Gabriel García Márquez, Gabo, celebramos su cumpleaños con esta bibliografía comentada y añadida con material excepcional. Que ustedes la disfruten.

La hojarasca

https://www.planetadelibros.com.mx/libro-la-hojarasca/198164

El coronel no tiene quien le escriba

https://librotea.elpais.com/libros/el-coronel-no-tiene-quien-le-escriba-4kxdlxvg0x/

La mala hora 

https://www.letraslibres.com/mexico-espana/libros/la-mala-hora-una-decada-cien-anos

Cien años de soledad

https://www.eluniversal.com.mx/cultura/letras/siete-claves-para-entender-cien-anos-de-soledad

Interesante coloquio sobre los 50 años de Cien años de Soledad:

El otoño del patriarca 

https://www.letraslibres.com/mexico-espana/libros/el-otono-del-patriarca-la-historia-como-repeticion

Crónica de una muerte anunciada

https://www.actualidadliteratura.com/cronica-de-una-muerte-anunciada/

El amor en los tiempos del cólera

http://wmagazin.com/relatos/la-belleza-de-el-amor-en-los-tiempos-del-colera-de-garcia-marquez-en-version-ilustrada/

Trailer de la película de Mike Newell de 2007.

El general en su laberinto

https://www.planetadelibros.com.mx/libro-el-general-en-su-laberinto-2015/203986

Del amor y otros demonios

https://charlyconk.wordpress.com/2017/07/19/del-amor-y-otros-demonios-gabriel-garcia-marquez/

Memoria de mis putas tristes

https://librotea.elpais.com/libros/memoria-de-mis-putas-tristes-e1enn9xdl/

Relato de un náufrago

https://www.letraslibres.com/mexico-espana/libros/relato-un-naufrago

La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile

https://www.animalpolitico.com/lo-que-quiso-decir/las-aventuras-de-miguel-littin-clandestino-en-chile/

Actas de Chile, de Miguel Littín

Noticia de un secuestro

https://webs.ucm.es/info/especulo/numero3/gmarquez.htm

Los funerales de la Mamá Grande

https://centrogabo.org/gabo/contemos-gabo/el-pais-que-asistio-los-funerales-de-la-mama-grande

La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada

https://miencuentroconlaliteratura.wordpress.com/2018/08/10/gabriel-garcia-marquez-la-increible-y-triste-historia-de-la-candida-erendira/

Ojos de perro azul

https://www.literatura.us/garciamarquez/perroazul.html

Doce cuentos peregrinos 

https://www.planetadelibros.com.mx/libro-doce-cuentos-peregrinos/154379

La célebre entrevista que hizo a Gabo Ana Cristina Navarro para RTVE en 1995

Cuando era feliz e indocumentado

http://www.agenciabalcells.com/autores/obra/gabriel-garcia-marquez/cuando-era-feliz-e-indocumentado/

Chile, el golpe y los gringos

http://noticiasuruguayas.blogspot.com/2014/04/chile-el-golpe-y-los-gringos-escrito.html

Crónicas y reportajes

http://www.agenciabalcells.com/autores/obra/gabriel-garcia-marquez/cronicas-y-reportajes/

De viaje por los países socialistas

http://cle.ens-lyon.fr/espagnol/litterature/litterature-latino-americaine/hommage-a-gabriel-garcia-marquez/gabriel-garcia-marquez-de-viaje-por-los-paises-socialistas-90-dias-en-la-cortina-de-hierro

Periodismo militante

https://rebelion.org/gabriel-garcia-marquez-el-periodista-militante/

Obra periodística 1. Textos costeños (1948-1952)

https://www.planetadelibros.com.mx/libro-obra-periodistica-1-textos-costenos-1948-1952/199986

Obra periodística 2. Entre cachacos (1954-1955)

https://www.planetadelibros.com.mx/libro-obra-periodistica-2-entre-cachacos-1954-1955/204741

Obra periodística 3. De Europa y América (1955-1960)

https://www.planetadelibros.com.mx/libro-obra-periodistica-3-de-europa-y-america-1955-1960/206962

La soledad de América Latina. Escritos sobre arte y literatura 1948-1984 

https://www.goodreads.com/book/show/32503437-la-soledad-de-am-rica-latina-escritos-sobre-arte-y-literatura-1948-198

Obra periodística 5. Notas de prensa (1961-1984) 

https://librerianacional.com/producto/324093

Obra periodística 4. Por la libre (1974-1995)

https://www.planetadelibros.com.mx/libro-obra-periodistica-4-por-la-libre-1974-1995-2015/199992

El amante inconcluso y otros textos de prensa

http://www.literaterra.com/gabriel_garcia_marquez/el_amante_inconcluso/

Vivir para contarla

https://www.letraslibres.com/mexico/vivir-contarla-gabriel-garcia-marquez

Diatriba de amor contra un hombre sentado 

http://cle.ens-lyon.fr/espagnol/litterature/litterature-latino-americaine/hommage-a-gabriel-garcia-marquez/gabriel-garcia-marquez-diatriba-contra-un-hombre-sentado

El libro nuestro de cada martes: Desde el país de nuncajamás de Alma Guillermoprieto

Esta es la historia de un continente durante los años finales de la guerra fría y los primeros de la vuelta a la democracia y su desencanto, es la crónica de nuestros días y nuestros tiempos, es la crónica de apenas ayer cuando vimos que no todos los sueños serían posibles y seguimos empecinados en conquistarlos.

Esta es la trama de una mujer que decidió abandonar la danza para volverse reportera de un continente donde le periodismo se abraza con la literatura y escribir es más que un oficio, una forma de hablar por quienes han sido enmudecidos o nunca han tenido voz.

Esta es la historia, de un país como la propia autora lo define, gigantesco, en el que conviven pueblos y culturas, cocinas y religiones, visiones del universo y una sola y enorme esperanza.

 

En fin, una crónica grande y dulce de una mujer que una vez salió a admira su propio universo, el nuestro.

Algo más sobre el libro:

https://fundaciongabo.org/es/alma-guillermoprieto-presenta-desde-el-pais-de-nunca-jamas

Un poco más…

https://elpais.com/diario/2011/03/12/babelia/1299892348_850215.html

Un interesante diálogo entre Alma Guillermoprieto y Rosa Beltrán

Domingo de citas: El ruido de las cosas al caer de Juan Gabriel Vázquez

Para exorcizar los demonios de la violencia, respirar un poco con más calma y pasar un domingo de grata compañía, en Domingo de Citas, El ruido de las cosas al caer, de Juan Gabriel Vázquez:

Los primeros hipopótamos, un macho del color de las perlas negras y tonelada y media de peso, cayó muerto a mediados de 2009. Había escapado dos años atrás del antiguo zoológico de Pablo Escobar en el Valle del Magdalena, y en ese tiempo de libertad había destruido cultivos, invadido abrevaderos, atemorizado a los pescadores y llegado a atacar a los sementales de una hacienda ganadera.

El día de su muerte, a comienzos de 1996, Ricardo Laverde había pasado la mañana caminando por las aceras estrechas de La Candelaria, en el centro de Bogotá, entre casas viejas con tejas de barro cocido y placas de mármol que reseñan para nadie momentos históricos, y a eso de la una llegó a los billares de la calle 14, dispuesto a jugar un par de chicos con los clientes habituales. No parecía nervioso ni perturbado cuando empezó a jugar: usó el mismo taco y la misma mesa de siempre, la que había más cerca de la pared del fondo, debajo del televisor encendido pero mudo. Completó tres chicos, aunque no recuerdo cuántos ganó y cuántos perdió, porque esa tarde no jugué con él, sino en la mesa de al lado.

Allí, de pie sobre una tarima de madera, frente a filas y filas de muchachitos imberbes y desorientados y niñas impresionables de ojos constantemente abiertos, recibí mis primeras lecciones sobre la naturaleza del poder… La vida, en esas épocas que ahora me parecen pertenecer a otro, estaba llena de posibilidades. También las posibilidades, constaté después, pertenecían a otro; se fueron extinguiendo imperceptiblemente, como la marea que se retira, hasta dejarme con lo que ahora soy.

Me refiero a los errores de verdad. Yammara, eso es una vaina que usted no conoce todavía. Y mejor. Aproveche, Yammara, aproveche mientras pueda: uno es feliz hasta que la caga de cierta forma, luego no hay manera de recuperar lo que uno era antes.

Y cuando empezó a sonar el Nocturno, cuando una voz que no supe identificar – un barítono que rozaba el melodrama – leyó ese primer verso que todo colombiano ha dicho en voz alta alguna vez, me di cuenta que Ricardo Laverde estaba llorando. Una noche toda llena de perfumes, decía el barítono sobre un fondo de piano, y a pocos pasos de mí Ricardo Laverde, que no estaba oyendo los versos que oía yo, se pasaba el dorso de la mano por los ojos, luego la manga entera. De murmullos y de musica de alas.  Los hombros de Ricardo Laverde comenzaron a sacudirse; bajó la cabeza, juntó las manos como quien reza. Y tu sombra, fina y lánguida, decía Silva en la voz del barítono melodramático. Y mi sombra, por los rayos de la luna proyectada. Yo no sabía si mirar o no a Laverde, si dejarlo solo con su pena o ir a preguntarle qué le ocurría.

Me alegré de que hubiera muerto: le deseé como contraprestación por mi propio dolor, una muerte dolorosa. Entre las neblinas de mi conciencia entrecortada respondí con monosílabos a las preguntas de mis padres. ¿Lo conociste en los billares? Sí. ¿Nunca supiste qué hacía, si estaba metido en cosas raras? No. ¿Por qué lo mataron? No sé. ¿Por qué lo mataron, Antonio? No sé, no sé. Antonio, ¿por qué lo mataron? No sé, no sé, no sé. La pregunta se repetía con insistencia y mi respuesta siempre era la misma, y pronto fue evidente que la pregunta no necesitaba respuesta: era más bien un lamento.

No volví a la calle 14, ya no digamos a los billares (dejé de jugar del todo: mantenerme de pie durante demasiado tiempo empeoraba el dolor de pierna hasta hacerlo insoportable). Así perdí una parte de la ciudad; o, por mejor decirlo, una parte de mi ciudad me fue robada. Imaginé una ciudad en que las calles, las aceras, se van cerrando poco a poco para nosotros, como las habitaciones de la casa en el cuento de Cortázar, hasta acabar por expulsarnos. “Estábamos bien, y poco a poco empezábamos a vivir sin pensar”, dice el hermano en el cuento aquel después de que la presencia misteriosa se ha tomado otra parte de la casa. Y añade: “Se puede vivir sin pensar”. Es cierto: se puede. Después que la calle 14 me fuera robada – y después de largas terapias, soportar mareos y estómagos destrozados por la medicación – comencé a aborrecer la ciudad, a tenerle miedo, a sentirme amenazado por ella. El mundo me pareció un lugar cerrado, o mi vida una vida emparedada; el médico me hablaba de mi miedo de salir a la calle, me arrojaba la palabra agorafobia como si fuera un objeto delicado que no hay que dejar caer, y para mí era difícil explicarle que justo lo contrario, una claustrofobia violenta, era lo que me atormentaba.

La experiencia, eso que llamamos experiencia, no es el inventario de nuestros dolores, sino la simpatía aprendida hacia los dolores ajenos.

El libro nuestro de cada martes: Aquellos años del Boom de Xavi Ayén

Ellos fueron los superhéroes de mi adolescencia; escritores que no sólo hacían novelas maravillosas sino que tenían vidas de asombro. Ellos fueron mis maestros y mis guías, mis educadores sentimentales, mis mentores estéticos, mis ideales políticos. Ellos fueron los que nos enseñaron a los latinoamericanos que éramos una cultura de cuerpo entero con suficiente tamaño para medirnos con cualquiera. Ellos eran los del Boom.

Xavi Ayén, escribe una historia de este fenómeno literario que se lee como una rica novela o como un buen anecdotario, pero contextualiza y dimensiona. El boom no fue una corriente literaria – que va de Carlos Fuentes al Gabo o de Cortázar a Vargas Llosa – fue sí una estrategia editorial, pero sobre todo una feliz coincidencia histórica y literaria y un estallido de voz y conciencia.

Se trata de un auténtico tabique de esos que ya no se hacen, un libro gordo gordo, como para presumir que se está leyendo, vaya; pero que se lee con una ligereza que da gusto. Se lee como una novela de aventuras, que si el Galo volvió o no de Acapulco porque lo había asaltado la primera frase de Cien años de Soledad, que si la voz de Cortázar o los trajes impecables de Carlos Fuentes y, en medio de todos, enorme, gigantesca, inteligente, hábil y sensible, la Mamá Grande, la Balcells. Modelo de agente literaria que en México nadie ha alcanzado a dibujar y ni siquiera a emular.

Si es usted un amante de la literatura, no se lo pierda y si no lo es, no hay mejor manera de aprender el tiempo en que salíamos de las dictaduras, desde España hasta Argentina; el tiempo en que la literatura latinoamericana le entró de lleno a los escaparates con sus colegas españoles y franceses y salió victoriosa; ellos, los padres literarios de los que ahora tomamos la pluma.

Algo más sobre el libro:

https://elpais.com/cultura/2014/06/23/babelia/1403536045_503649.html

Algo más sobre el boom según el Gran Cronopio

 

Alfonso Reyes y José Vasconcelos, dos utopistas en pugna

Son dos los miembros del Ateneo en quienes mejor se aprecia la tendencia a crear y sostener utopías como parte de la identidad política y social de la mexicanidad: Alfonso Reyes y José Vasconcelos.

Tanto Reyes como Vasconcelos han ejercido una influencia definitiva en la cultura mexicana del siglo XX y reaparecen constantemente en los análisis culturales, el primero desde el punto de vista literario y cada vez más desde el diplomático y filosófico, y el segundo con preeminencia en lo educativo y lo político y ocasionalmente en lo literario; ambos, unidos por una amistad atormentada y separados tanto por la ocasión política como por sus visiones del mundo, comparten la idea de un latinoamericanismo moderno, distinto del monroísmo pero también alejado del bolivarismo inocente del siglo XIX — algo que también puede apreciarse en otros miembros del Ateneo como Julio Torri o Isidro Fabela —. Si Vasconcelos percibe la idea de la unidad étnica y de la patria mayor, Reyes prefiere las raíces culturales compartidas; si uno ve el súper Estado, el otro ve el espacio cultural. Si el primero opta por la introspección latinoamericanista, el segundo amplia el marco hacia las fronteras inasibles de la occidentalidad. Si el segundo quiere descender hasta las necesidades más elementales, no logra desasirse de la ideología clásica en la que se educó y si el segundo quisiera no tener necesidad de vivir tratos políticos, la realidad lo sustrae constantemente de sus reflexiones. Ambos sueñan con una realidad que la Ley puede crear, pero sobre todo, con una sociedad en la que tal Ley sea posible. En carta fechada en México el 30 de julio de 1923, Vasconcelos dice a Reyes:

Intencionalmente hemos procurado que los presupuestos no tengan cantidad alguna destinada al fomento en general del arte, porque tenemos necesidades de suma urgencia, como la construcción de edificios escolares, etc., que nos obliga a cerrar los ojos por muchos años a todo lo llamado cultura superior, para poder sentar las bases de una verdadera cultura que tenga raíces en la masa de la población…

De Reyes habría que rescatar Visión de Anáhuac, Última Tule, A vuelta de correo, Discurso por Virgilio, Silueta del indio Jesús, El testimonio de Juan Peña, Geógrafos del mundo antiguo, La X en la frente y Andrenio, perfiles del hombre; de Vasconcelos, La caída de Carrranza, bolivarismo y monroísmo, Ulises criollo, La Tormenta, El Desastre, El Proconsulado, La raza cósmica y Breve historia de México.

La visión utopística de Alfonso Reyes busca insertar a México y América Latina en el orbe occidental; enraizándola en la tradición que tiene sus pilares en la noción teológica judeo cristiana, en el pensamiento filosófico griego y en las instituciones jurídicas romanas. Trata de abrir puertas y ventanas a una identidad que considera más amplia de lo que habitualmente puede considerarse la mexicanidad o el sentimiento latinoamericano; pero todo ello con la finalidad de afirmar lo que considera auténticamente mexicano, sin exageraciones ni estereotipos. Su visión del mundo es incluyente y del mismo modo en que convienen los demás miembros del Ateneo, supone que la cultura puede ser llevada como instrumento de liberación hasta los estratos más elementales de la sociedad.

Así, por ejemplo, al referirse al carácter argentino, Reyes emprende una teorización de la fuerza vital en la conformación de las naciones latinoamericanas, en Palabras sobre la Nación Argentina, dice:

Más que una nación de acarreo o depósito histórico [como México, Perú o Colombia], la Argentina es una nación de creación voluntaria. La hizo la conciencia de los hombres, de los individuos. Es, casi, el fruto de un deseo. El colono encontró aquí tribus nómadas sin yacimientos de civilización, y tuvo que importarlo todo consigo… Fruto de un deseo, y fruto laico: hijo de una aspiración cívica. En lo cual se diferencia de los Estados Unidos, que todavía deben su origen a la aspiración religiosa de los puritanos. Aquellos peregrinos buscaban la libertad de orar. Estos colonos vienen buscando un campo donde sembrar una patria hecha a su medida… De tal manera la formación argentina es efecto de una decisión premeditada de los hombres, que hasta se da el caso — paradójico en los países que llamaríamos meramente históricos — de que la misma capital haya tenido que imponerse  por la fuerza al resto del país, como se impone, en un caos de naturaleza, una voluntad humana. En verdad, la Argentina moderna parece la encarnación del verbo, y el triunfo voluntario y consciente de la generación romántica: Sarmiento, Alberdi, Mitre…

Por el contrario, aunque de forma complementaria, Vasconcelos, tiende a dibujar una fuerza centrípeta, una especie de gravedad que atrae las voluntades y los inconscientes colectivos, imaginarios y en fin, sentimientos de pertenencia destinados — como en un logos superior — a cumplir una misión en el tiempo y el espacio. Mudar ese destino resulta para Vasconcelos una forma de traición que desnaturaliza y que impide no sólo cumplir con el fin de cada grupo humano, sino incluso imposibilita la construcción de instituciones sociales y políticas acordes con la naturaleza de cada nación. En La raza cósmica, Vasconcelos afirma:

En México, por ejemplo, fuera de Mina, casi nadie pensó en los intereses del continente; pero aun, el patriotismo vernáculo estuvo enseñando, durante un siglo, que triunfamos de España gracias al valor indomable de nuestros soldados, y casi ni se mencionan las Cortes de Cádiz, ni el levantamiento contra Napoleón, que electrizó a la raza, ni las victorias y martirios de los pueblos hermanos del continente. Este pecado, común a cada una de nuestras historias patrias, es resultado de épocas en que la Historia se escribe para halagar a los déspotas. Entonces la patriotería no se conforma con presentar a sus héroes como unidades de un movimiento continental, y los presenta autónomos, sin darse cuenta que al obrar de esta suerte los empequeñece en vez de agrandarlos… se explican también estas aberraciones porque el elemento indígena no se había fusionado, no se ha fusionado aún en su totalidad, con la sangre española; pero esta discordia es más aparente que real. Háblese al más exaltado indianista de la conveniencia de adaptarnos a la latinidad y no opondrá el menor reparo; dígasele que nuestra cultura es española y en seguida formulará objeciones. Subsiste la huella de la sangre vertida: huella maldita que no borran los siglos, pero que el peligro común debe anular. Y no hay otro recurso. Los mismos indios puros están españolizados, están latinizados como está latinizado el ambiente. Dígase lo que se quiera, los rojos, los ilustres atlantes de quienes viene el indio, se durmieron hace millares de años para no despertar. En la Historia no hay retornos, porque toda ella es transformación y novedad. Ninguna raza vuelve; cada una plantea su misión, la cumple y se va. Esta verdad rige lo mismo en los tiempos bíblicos que en los nuestros, todos los historiadores antiguos la han formulado. Los días de los blancos puros, los vencedores de hoy, están tan contados como los de sus antecesores. Al cumplir su destino de mecanizar el mundo, ellos mismos han puesto, sin saberlo, las bases de un periodo nuevo, el periodo de la fusión y la mezcla de todos los pueblos. El indio no tiene otra puerta hacia el porvenir que la puerta de la cultura moderna, ni otro camino que el camino ya desbrozado de la civilización latina. También el blanco tendrá que deponer su orgullo, y buscará progreso y redención posterior en el alma de sus hermanos de las otras castas, y se confundirá y se perfeccionará en cada una de las variedades superiores de la especie, en cada una de las modalidades que tornan múltiple la revelación y más poderoso el genio…

El tono profético, profundamente ideologizado, no deja por otra parte, de enunciar el sueño posible de un solo pueblo para la región y el continente; cabe preguntarse si afinando instrumentos, algo así puede decirse de las corrientes migratorias hispano parlantes hacia los Estados Unidos. De cualquier forma, en ambos casos, la idea precede al hecho y se transforma en instituciones; no hay otra manera, si la utopía no puede cumplirse, ello no implica que no sea el sustrato del que el legislador se nutre, en el que vive y al que pertenece, para crear nuevos principios de organización.

En la medida que en México, la generación del Ateneo entraba en madurez y ocupaba cargos importantes en la administración pública, en la judicatura y la legislatura, el mundo se transformaba en su derredor; en cierto modo, mucho del México que existió después de la Segunda Guerra Mundial, se labró con base en las ideas más organizadas de estos intelectuales, a lo que habría de sumarse el pensamiento y las ideas de la época dorada del Partido Comunista Mexicano — Diego Rivera, el Dr. Atl o el propio Sequeiros —, pero no parecían encontrar respuestas para las tensiones de la Guerra Fría, ni entablaron una lectura directa y certera de las nuevas realidades. En su lugar, otras generaciones comenzaron, una vez más, a producir formas utópicas de pensamiento.

Quisimos tanto al Gabo

Avisa el diario El País que Gabo ha muerto, en Macondo se han secado las orquídeas y a mi se me fugan dos lágrimas mustias, opacas, como salidas de muy adentro que no se refrescan con el recuerdo de Ojos de Perro Azul, cuando descubrí un mundo oloroso de guayaba. Otros diarios confirman que es cierto, las declaraciones menudean y me hacen pensar que el gigantesco colombiano tenía razón:la mejor causa para escribir es que a uno lo quieran y, cuánto quisimos al Gabo.

Sucede casi igual con todos los escritores, al menos con los más grandes, que no existen dos lecturas iguales, no digamos entre dos individuos distintos, sino aún entre dos instantes del mismo lector. Del azoro de la triste noticia, a la memoria de los instantes en que García Márquez me entregó crónicas bárbaras y momentos de delicado estremecimiento, transcurren frente a mi las imágenes de sus libros, el ritmo de sus palabras.

Esos autores, los que queremos entrañablemente, son los más extraños, los que se les quiere aunque se les haya visto unas cuantas veces o ninguna; por que al Gabo se le quería como los lectores queremos tanto a Julio, inversamente a lo que pasa por ejemplo con Vargas Llosa, a quien admiramos pero no queremos.

Para mí los diamantes encerrados en dulces naranjas, los días derretidos en que iba a morir Santiago Nasar, la angustia de la Noticia de un Secuestro y la placidez del Amor en los Tiempos del Cólera; para mí las tardes maravillosas en que descubrí a García Márquez en aquel increíble libro que para mí será el primero suyo para siempre, e insisto, Ojos de perro azul; para mí las largas lecturas esperando las resoluciones migratorias en el patio del Palacio de Lecumberri, que me pasaron lentas como esos Cien Años de Soledad que no me soltaban las manos. Y las Memorias de las Putas Tristes que fueron su libro que menos me gustó, pero que no me importa porque queríamos tanto al Gabo.

Y los días de lluvia interminables en Manzanillo con el Amor en los Tiempos del Cólera, las tardes dulces y apacibles en Loja, Ecuador, con la Noticia de un secuestro; la sensación de estar en el ombligo de Latinoamérica esperando a leer quién y por qué iba a matar a Santiago Nazar… y el coronel, y el general y la mamá grande y yo, mexicano vecino de los Estados Unidos descubriéndome latinoamericano de cuerpo entero a través de lugares que no existían, sabores que no conocía y pensamientos que no abrigaba; pero es que de veras, queríamos y queremos tanto al Gabo.

Me da vergüenza estrujarme los sesos para decir algo que me quiere brotar de muy dentro sobre uno de los tres grandes que me hicieron lector, que me inocularon el vicio y el placer de la lectura, algo que decir de él y no de mí en cuanto a él, pero no puedo y me apena; no puedo porque quisimos tanto al Gabo, que lo único que tengo de él es a mi mismo transformándome en los momentos en que ocurrían matanzas en Macondo o vuelvo a escuchar su voz cada que leo de nuevo su Buen viaje Señor Presidente, o su discurso en Zacatecas donde con una ironía cruenta daba muerte a la ortografía para escándalo de quienes no querían saber de bromas.

Qué iba yo a decir de esa literatura endemoniada que llena de olores las bibliotecas, que hace sudar de calor en el gélido invierno de Ginebra; nada si no mi experiencia y mi crecimiento frente a sus palabras; porque lo queríamos y lo queremos, de verdad que sí, tanto como el recuerdo del padre cargando a su santa hija muerta y tanto como el rastro de tu sangre en la nieve. Y me da mucha pena, mucha, no poder decir sino que todavía se me viene el mundo encima cuando me vuelvo a recordar a Miguel Littín clandestino en Chile, en aquella edición de Oveja Negra que atesoro porque es mi constancia de latinoamericano y mi acusación permanente de los tiempos en que mi principal pensamiento era el compromiso.

Y se murió, así, como morimos todos los seres humanos pese a nuestra pequeñez o a su grandeza. Finalmente se fue habiendo dicho lo que tenía que decir y sin que sepamos nunca todo lo que pudo haber dicho. Para siempre, porque serán eternos sus libros y sus anécdotas, quedarán ahí para los lectores que no hayan tenido la fortuna de compartir el tiempo y el espacio con aquel bigotón irreverente que se presentó en guayabera a recibir el Nobel porque en su tierra ése y no el frac eran el traje de gala; porque nadie va a venirme ahora con los consabidos discursos de la inmortalidad de los grandes autores, porque su literatura sin él no es la misma, porque lo quisimos y mucho, muchísimo, como al tío viejo, como al compañero de viaje, como al revolucionario alegre de la risa y el encanto.

Pero se murió, y en Macondo se han secado las orquídeas.

Mis mejores lecturas de 2013

En 2010, después de una amistad largamente suspendida y al fin recuperada, Mayte Collada me sugirió hacer mi lista de mejores lecturas del año para compartirlas; la llamamos entonces, al uso de la moda, el “Top Ten”, el hecho es que siempre han sido más de diez y que en todo caso no es más que una recolección de lo mejor de la cosecha anual.

Desde luego que esta lista marca el ritmo de los ciclos de lectura en que estuve interesado durante el año, como a todos nos sucede, y es también un panorama más abigarrado y múltiple que las listas tradicionales que más tienen que  ver con críticas y ventas. De ahí las diferencias.

Quedémonos con esta propuesta para el año próximo. Que en el año por venir atinemos a encontrar el libro que nos fue escrito – tal vez hace siglos – sin que lo supiéramos, que las letras nos hagan más felices y más tolerantes, que nos permitan vivir muchas vidas más y que estemos todos presentes para perpetuar su diálogo.

Jefe de la estación Fallmerayer, de Joseph Roth

http://www.acantilado.es/catalogo/jefe-de-estacin-fallmerayer-414.htm

Niños en su cumpleaños, de Truman Capote.

http://www.lecturalia.com/libro/57354/ninos-en-su-cumpleanos

Mein Kampf, historia de un libro, de Antoine Vitkine.

http://www.anagrama-ed.es/titulo/CR_93

Los anagramas de Varsovia, Richard Zimler

http://www.edicionesplata.com/2012/03/los-anagramas-de-varsovia-richard.html

Ante el dolor de los demás, de Susan

sontaghttp://www.letraslibres.com/revista/convivio/el-dolor-la-justicia-y-susan-sontag

La ciudad y los perros, de Mario Vargas Llosa

http://www.lecturalia.com/libro/500/la-ciudad-y-los-perros

El ruido de las cosas al caer, de Juan Gabriel Vázquez

http://www.letraslibres.com/revista/libros/el-ruido-de-las-cosas-al-caer-de-juan-gabriel-vasquez

Juan Belmonte, matador de toros, de Manuel Cháves Nogales

http://www.librosdelasteroide.com/-juan-belmonte-matador-de-toros

El Paraíso de las Damas, de Émile Zola

http://www.historiassusurradas.com/2013/07/el-paraiso-de-las-damas-de-emile-zola.html

Déjame entrar, de John Ajvide Lindqvist

http://elimaginariodeideas.blogspot.mx/2012/11/dejame-entrar-john-ajvide-lindqvist.html

La soledad del Lector, de David Markson

http://moleskinelibros.tumblr.com/post/40539207788/14-que-es-una-novela-en-todo-caso

Asesinato en el corazón de Jerusalén, de Batya Gur

http://www.siruela.com/catalogo.php?id_libro=1830

Ha vuelto, de Timur Vermes

http://www.abc.es/cultura/cultural/20131001/abci-cultural-m107-libros-timur-201310011129.html

El último amigo, de Tahar ben Jelloun

http://www.elcultural.es/version_papel/LETRAS/12033/El_ultimo_amigo

Enamoramientos, de Javier Marías

Los enamoramientos de Javier Marías

The New York Times – Review of Books

Americanah, de Chimamanda Ngozi Adichie.

http://www.nytimes.com/2013/06/09/books/review/americanah-by-chimamanda-ngozi-adichie.html?_r=0

The Flamethrowers, de Rachel Kushner.

http://www.amazon.com/Flamethrowers-Novel-Rachel-Kushner/dp/1469287099

The Goldfinch, de Donna Tartt

Life after Life, de Kate Athinson.

Tenth of December, historias, de George Saunders

http://www.amazon.com/Tenth-December-Stories-George-Saunders/dp/0812993802

After de Music stopped, de Alan Blinder

Days of fire. Bush and Cheney in the White House, de Peter Baker.

http://www.amazon.com/Days-Fire-Cheney-White-House/dp/0385525184

Five days at Memorial. Life and Death in a Storm-Ravaged Hospital ,Sheri Fink.

https://www.goodreads.com/book/show/17704902-five-days-at-memorial

The Sleepwalkers. How Europe Went to War in 1914, de Christopher Clark.

Wave, de Sonali Deraniyagala. Alfred A. Knopf,

http://www.theguardian.com/books/2013/apr/03/wave-sonali-deraniyagala-review

amazon.mx

Dispara, yo ya estoy muerto. Julia Navarro

http://julianavarro.es/libro/dispara-yo-ya-estoy-muerto/

Los años de peregrinación del chicho sin color. Haruki Murakami.

http://www.tusquetseditores.com/titulos/andanzas-los-anyos-de-peregrinacion-del-chico-sin-color

Legado en los huesos. Dolores Redondo.

http://www.culturamas.es/blog/2013/12/05/los-secretos-de-legado-en-los-huesos-esperada-novela-de-dolores-redondo/

El tiempo entre costuras. María Dueñas.

http://eltiempoentrecosturas.blogspot.mx

La verdad sobre el caso Harry Quebert. Joël Dicker.

http://cultura.elpais.com/cultura/2013/12/16/actualidad/1387194250_668883.html

Destroza este diario. Keri Smith

http://www.casadellibro.com/libro-destroza-este-diario/9788449327506/2015808

El invierno del mundo. Ken Follett.

http://www.elinviernodelmundo.com

El azul es un color cálido. Julie Maroh

http://el-azul-es-un-color-calido.tumblr.com

El héroe discreto. Mario Vargas Llosa

http://elpais.com/elpais/2013/12/18/opinion/1387391237_564202.html

¡Muuu!. David Safier.

http://www.lecturalia.com/libro/83830/muuu

FNAC

Yo fui a EGB. Jorge Díaz

http://libros.fnac.es/a921180/Jorge-Diaz-Yo-fui-a-EGB

Astérix y los pictos. Didier Conrad.

http://www.asterix.com/asterix-y-los-pictos/

El francotirador paciente. Arturo Pérez Reverte

http://www.alfaguara.com/es/libro/el-francotirador-paciente/

No estamos locos. Gran Wyoming

http://www.lasexta.com/noticias/cultura/‘no-estamos-locos’-retrato-que-somos-gran-wyoming_2013111401159.html

El legado en los huesos. Dolores Redondo.

Doctor sueño. Stephen King.

http://unlibroparaestanoche.com/2013/11/29/6056/

Dispara, yo ya estoy muerto. Julia Navarro.

Los juegos del hambre 3. Sinsajo. Suzanne Collins

http://losjuegosdelhambrecontinuan.blogspot.mx/p/sinsajo.html

Diario de Greg. Jeff Kinney.

http://diariodegreg.com/el-jefe

Gandhi.

Bajo la misma estrella. John Green.

http://www.megustaleer.com.mx/ficha/9786073114233/bajo-la-misma-estrella

Los años de peregrinación del chico sin color. Haruki Murakami.

Yo soy Malala. Malala Yousafzai.

http://www.lecturalia.com/libro/84818/yo-soy-malala

Vacíos de poder en México. Edgardo Buscaglia.

http://www.megustaleer.com.mx/ficha/9786073118651/vacios-de-poder-en-mexico

Rayuela. Julio Cortázar.

http://www.elpais.com.co/elpais/cultura/noticias/cinco-razones-para-volver-leer-rayuela-julio-cortazar

Las ventajas de ser invisible. Stephen Chbosky.

http://muchomasqueunsimplelibro.blogspot.mx/2013/04/las-ventajas-de-ser-invisible-stephen.html

La otra historia de México. La guerra de dios. Catón.

http://www.planeta.com.mx/descripcion_libro/13326

Buscando a Alaska. John Green.

http://www.lecturalia.com/libro/58562/buscando-a-alaska

Nada. Janne Teller.

http://www.planetalector.com/nada-de-janne-teller

Casa del Libro. España.

Trilogía los juegos del hambre. Suzanne Collins.

El francotirador paciente. Arturo Pérez Reverte.

El cielo ha vuelto. Clara Sánchez.

http://www.culturamas.es/blog/2013/11/09/clara-sanchez-y-el-cielo-ha-vuelto-su-planeta-de-este-ano/

El tiempo entre costuras. María dueñas.

Dispara, yo ya estoy muerto. Julia Navarro.

La verdad sobre el caso Quebert. Joël Dicker.

Astérix y los Pictos. Jean Yves Ferri.

La triste historia de tu cuerpo sobre el mío. Marwan Abutahoun Recio

http://www.casadellibro.com/libro-la-triste-historia-de-tu-cuerpo-sobre-el-mio-2-ed/9788461632749/2107642

Alas de mar y prosa. Escandar Algeet.

http://thekankel.blogspot.mx/2009/12/alas-de-mar-y-prosa-de-escandar-algeet.html

Un invierno sin sol. Escandar Algeet.

http://escandar-algeet.blogspot.mx/2013/10/un-invierno-sin-sol-version-video.html

Le Point

L’île dees oubliés. Victoria Hislop.

http://www.livredepoche.com/lile-des-oublies-victoria-hislop-9782253161677

Chers voisins. Mots doux et petites querelles de voisinage. Collectif.

http://www.critiqueslibres.com/i.php/vcrit/37180

À la trace. Deon Meyer.

http://www.telerama.fr/livres/a-la-trace,77470.php

Un été sans les hommes. Siri Hustvedt.

http://www.critique-moi.fr/critiques-livres/litterature-anglo-saxonne/301-un-et-e-sans-les-hommes-siri-hustvedt

Avant d’aller dormir. S.J. Watson.

http://unjourunlivre.blogspot.mx/2013/04/sj-watson-avant-daller-dormir.html

La muraille de lave. Arnaldur Indridason.

Un océan de pavots. Amitav. Ghosh

http://www.lefigaro.fr/livres/2010/09/02/03005-20100902ARTFIG00525-un-pavot-dans-la-mare.php

Petit dictionnaire amoureux de l’histoire de France. Max Gallo.

http://www.amazon.ca/Petit-dictionnaire-amoureux-lhistoire-France/dp/2266239945

Les morues. Titiou Lecoq

http://www.livredepoche.com/les-morues-titiou-lecoq-9782253166801

L’art du jeu. Chad Harbach.

http://www.20minutes.fr/livres/998211-l-art-jeu-chad-harbach-chez-lattes-paris-france

Imagginación

Meditación Divertida con Maggie

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Unas cuantas palabras y fotos para los lugares que me hacen feliz.

NOUS LES FEMMES

Aller au delà de nos limites à travers le monde. J'en suis capable, pourquoi pas toi? Pourquoi pas nous? Ensemble nous sommes invincibles "Je suis femme and i can".

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A garden of wild thoughts. Feeling thoughts and dilemmas

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En el soñador vida y sueño coinciden

La poesía, eso decían

Como plasmar la idea natural.

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Poesía, reflexiones, pensamientos.

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