La Cisterna en Casa: La mujer del retrato de Ana Alicia Aguirre. Ed. Textofilia

Cisterna de Sol abre sus puertas a Textofilia, sus autores, sus libros y sus eventos; nuestra casa editorial y de nuestros amigos, una aventura que hoy comienza con una novela de excepción.

Ana Alicia Aguirre con esta nueva novela vuelve sobre el tema de la mujer y su condición en el mundo contemporáneo; sus personajes son mujeres vivas y actuantes, su universo desprendido del cotidiano impactan y no pocas veces roban el corazón y la mirada.

«Lorea, Claudio y Pedro forman lo que a primera vista podría parecer un triangulo amoroso común y corriente, sin embargo, en esta novela, la irrupción de un cuadro da forma a la vida y las relaciones de los personajes.

A la manera de una moderna Dorian Grey, la personalidad y la vida de Lorea se trasnforman cuando Claudio, un afamado pintor le hace un retrato. Su existencia es directamente impactada por el arte.

Narrado a tres voces, La mujer del retrato nos habla de las múltiples facetas de la feminidad, el matrimonio, el adulterio y el amor…»

De La mujer del retrato de Ana Alicia Aguirre, Editorial Textofilia.

Algo más sobre el libro: https://www.textofilia.mx/

Curso Taller Derecho y literatura, dos narrativas encontradas. Abril 28 a Junio 30, 2021.

Acompáñenos a explorar las raíces de la narrativa en el mundo del derecho; lo que se ha escrito sobre el drama humano enfrentado a la ley, la influencia del literatura en la formación de las normas; los grandes juicios a través de la mirada de los escritores y la narrativa desde la óptica de los tribunales.

  • 10 sesiones vía zoom, miércoles 22:00 a 23:00 horas de la Ciudad de México.
  • Cada semana material exclusivo y video de la sesión.
  • Taller creativo y publicación de trabajos realizados.
  • Atención personal permanente.
  • Pago único: $1,200.00
  • Opciones de descuento a académicos y estudiantes UNAM, UIA y ULSA

Informes e inscripciones:

  • Mediante mensaje en este blog.
  • Al WhatsApp: 5530488751
  • Al correo: cesarbc70@yahoo.con

La lista tonta de los jueves: ¡Museos y galerías!

Los museos han sido siempre para mí lugares misteriosos; llenos de imagenes, formas y colores; narraciones que se extienden desde los terrenos de la literatura hasta los de la historia y el pensamiento; rutas por recorrer y mapas del tesoro. Soy de los que no contratan guías ni leen las etiquetas de los cuadros, para eso compro siempre un catálogo, cuando entro al museo me pierdo, me dejo llevar y me siento más a gusto estando en ellos si lo concibo como un bosque o una ciudad y no como un cementerio pleno de lápidas… en fin, ya se sabe, lo primero que se nota en una lista es aquello que falta. Bienvenido

El Museo de la Inocencia. Orhan Pamuk. http://lascriticas.com/index.php/2017/01/31/el-museo-de-la-inocencia/

El Museo de los Recuerdos Robados. Ralf Isau, 2002). http://www.eltemplodelasmilpuertas.com/critica/museo-recuerdos-robados/1428/

El fuego invisible. Javier Sierra,. https://www.planetadelibros.com/libro-el-fuego-invisible/257922

La línea púrpura. Wolfram Fleischhauer. https://www.amazon.de/-/en/Wolfram-Fleischhauer/dp/8467206152

Tres horas en el Museo del Prado con Eugenio D’Ors. Eugenio D’Ors. https://www.museodelprado.es/recorrido/tres-horas-en-el-museo-del-prado—eugenio-dors/1c3387a2-fe2c-4727-89cf-c74be1585dac

Me llamo Rojo. Orhan Pamuk. https://www.aa.com.tr/es/mundo/orhan-pamuk-revela-un-nuevo-texto-sobre-su-aclamada-novela-me-llamo-rojo-en-estambul/1710501#

Un mundo deslumbrante. Siri Hustvedt http://lecturaylocura.com/el-mundo-deslumbrante/

El jilguero. Dona Tartt. https://bitacorademislecturas.blogspot.com/2019/09/el-jilguero-donna-tart.html?m=1

Y Seiobo descendió a la Tierra. Seiobo Krasznahorkai. http://www.acantilado.es/catalogo/y-seiobo-descendio-a-la-tierra/

Muerte súbita. Álvaro Enrique. https://www.anagrama-ed.es/libro/narrativas-hispanicas/muerte-subita/9788433998828/NH_522

El Paraíso en la otra esquina. Mario Vargas Llosa. https://www.letraslibres.com/mexico/libros/el-paraiso-en-la-otra-esquina-mario-vargas-llosa

La última modelo. Frank Maubert. http://www.acantilado.es/catalogo/la-ultima-modelo/

El gabinete de un aficionado. Georges Perec. https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/el-gabinete-de-un-aficionado/9788433931665/PN_166

La torre de ébano. John Fowles. http://impedimenta.es/libros.php/la-torre-de-ebano

Barbazul. Kurt Vonnegut. https://www.anagrama-ed.es/libro/panorama-de-narrativas/barbazul/9788433931481/PN_148

Riña de Gatos. Eduardo Mendoza. Madrid 1936. https://www.letraslibres.com/mexico-espana/rina-gatos-madrid-1936-eduardo-mendoza

La casa del boticario. Adrian Mathews. https://www.veniracuento.com/producto/la-casa-del-boticario/

Hacia la belleza. David Foenkinos. https://www.criticaspolares.com/resenas-literarias/resena-hacia-la-belleza/

A El espejo negro. lfonso Domingo Álvaro. https://www.todoliteratura.es/noticia/1024/criticas/el-espejo-negro-de-alfonso-domingo.html

La musa. Jessie Burton. https://www.perdidaentremislibros.com/2017/04/la-musa-de-jessie-burton.html

Azul de medianoche. Simone van der Vlugt. http://www.duomoediciones.com/es/catalogo-editorial/azul-de-medianoche-829.htm

El rapto del cisne. Elizabeth Kostova. http://www.umbrieleditores.com/es-es/catalogo/catalogos/ficha-tecnica.html?id=600000216

Un artista del mundo flotante. Kazuo Ishiguro. https://elplacerdelalectura.com/2017/10/un-artista-del-mundo-flotante-de-kazuo-ishiguro.html

Arturo Pérez-Reverte, La tabla de Flandes. http://www.perezreverte.com/libro/55/la-tabla-de-flandes/

Carmen Torres, La dama del cisne. http://palabrasquehablandehistoria.blogspot.com/2014/08/la-dama-del-cisne-carmen-torres-ripa.html

El vals del minuto: Escritores al límite

Un minuto de reflexión para discernir entre el autor y su obra, hasta donde la calidad moral del autor determina su trabajo literario?, cuál es el alcance del pasado de un escritor sobre la trascendencia de su trabajo? Un tema tan antiguo como la literatura, un pretexto para pensar en letras

El vals del minuto: El poder de la lectura

El vals del minuto ofrece una breve reflexión sobre los libros, la lectura, los autores y la forma en que nos hacen la vida, el mundo; como nos cobijan y nos impulsan. Que ustedes lo disfruten

Feliz cumpleaños Beethoven: los mejores libros sobre el genio

Durante mi infancia y mi adolescencia el debate entre mi padre y yo sobre quién era el mejor entre Mozart y Beethoven fue la manera en que canalizamos muchos de nuestros encuentros y desencuentros, la forma en que manejábamos mi forma de crecer e ir cambiando mi visión del mundo; a veces cedía, pero en lo profundo de mi corazón nunca he dejado de ser fiel admirador de Beethoven, sin duda una adoración que marcó mi vida. Dos recuerdos sobre el sordo genial me tocan el alma; cuando hace muchas décadas en un festival de Beethoven no encontramos entradas para escuchar la Novena sinfonía en el Teatro de la Ciudad de México, yo tenía nueve años y mi padre me dejó encargado con la boletería y como superhéroe que era y que es se deslizó entre la multitud y regresó minutos después no con dos boletos, sino con dos pases; se había colado por la puerta de artistas, había ido del oboísta al cellista y les había explicado que no podía dejarme plantado con la ilusión que tenía, ese fue el primer concierto sinfónico de mi vida, es era y es mi padre. La otra fue el regalo más prodigioso, a los doce años mis padres me regalaron la colección de sinfonías de Beethoven que editaba Reader’s Digest, por ahí debe andar todavía y han sido los discos más escuchados de mi vida. Para honrar hoy en el corazón, a este héroe, los diez mejores libros escritos en torno suyo.

Sonata A Kreutzer. Leon Tolstoi. http://www.acantilado.es/catalogo/sonata-a-kreutzer/

Sobre el estilo tardío. Edward W. Said. https://www.letraslibres.com/mexico-espana/libros/sobre-el-estilo-tardio-musica-y-literatura-contracorriente-edward-w-said-y-el-ruido-eterno-escuchar-al-siglo-xx-traves-su-musica

Beethoven. Emil Ludwig. http://labibliotecaderachel.blogspot.com/2014/04/beethoven-de-emil-ludwig.html

El acoso. Alejo Carpentier. https://www.javierpenas.com/2018/06/el-acoso-alejo-carpentier.html

Una música constante. Vikram Seth. https://elpais.com/diario/2000/04/15/cultura/955749606_850215.html

Beethoven. Jan Swafford. https://www.letraslibres.com/espana-mexico/revista/nueva-vida-beethoven

Beethoven: un retrato vienés. Arturo Reverter. https://www.plateamagazine.com/libros/9610-arturo-reverter-y-victoria-stapells-beethoven-un-retrato-vienes

Música, sólo música. Haruki Murakami. https://www.planetadelibros.com/libro-musica-solo-musica/320633

Vida de Beethoven. Romain Rolland. https://www.elargonauta.com/libros/vida-de-beethoven/978-950-03-9498-7/

La novena de Beethoven. Esteban Buch. https://elcultural.com/La-novena-de-Beethoven

La novena sinfonía con subtitulos en español, inglés y alemán

El libro nuestro de cada martes: Respiración artificial de Ricardo Piglia

Aprendí a apreciar a Piglia ya como lector adulto; ha sido para mi un referente y una fuente inagotable de pasión y entrega literaria; sin embargo desconocía esta obra maestra; el manejo del tiempo y de los personajes la vida de las familias y de la Argentina pasan como un rio en el que somos espectadores y también navegantes. Un universo dentro de otro, como un mapa cósmico. Algo para no perderse.

Un poco más sobre el libro:

https://clavedelibros.com/respiracion-artificial-ricardo-piglia/

Rafael Pérez Gay nos habla de Piglia:

El vals del minuto: Porqué amo leer?

Un minuto solamente, un minuto nada más para cantar este vals… cómo dice la enorme Nacha Guevara; un minuto para pensar en el enorme placer de la lectura y el

Lindo con que nos regala

Que ustedes lo disfruten:

Las citas del viernes: A propósito de nada de Woody Allen

Asomarse a la vida de los demás es siempre un acto temerario porque nos muestra lo mejor y lo peor de la naturaleza humana, narrarla es, por su parte, un acto heroico con pinceladas de infamia. Las memorias de Woody Allen no escapan a esta regla; escritas con su humor inefable, ácido y negro, exhiben a un genio en la búsqueda de su obra maestra, al individuo enfrentado a la realidad sobre la que, pese a todo se sobrepone. Me impresiona mirar su humildad frente al éxito y su tortuosidad en lo cotidiano y renueva mi fe en que el humor y los buenos modos siempre, de muchas maneras, nos ayudan a sobrevivir y prosperar. Aquí sus momentos estelares.

A propósito de nada de Woody Allen, Alianza editorial.

Permítanme expresarlo de esta manera: la teoría freudiana de Edipo según la cual inconscientemente todos los hombres queremos matar a nuestros padres y casarnos con nuestras madres choca contra una pared en lo que respecta a mi madre.

Yo siempre veía el ataúd medio lleno. De los mil y un quebrantos que heredó nuestra carne, yo conseguí evitarlos todos salvo el número seiscientos ochenta y dos: carezco del mecanismo de defensa de la negación. Mi madre decía que no podía entenderlo. Siempre aseguraba que yo fui un niño amable, dulce y alegre hasta los cinco años y que luego me convertí en un chavo avinagrado, desagradable, rencoroso y malo.

Me topé con la misma pregunta que sacaba de quicio al expríncipe de Dinamarca: ¿por qué hemos de soportar piedras y flechas cuando puedo mojarme la nariz, introducirla en el enchufe y no tener que volver a enfrentarme nunca más a la ansiedad, a la angustia o al pollo hervido de mi madre? Hamlet decidió no hacerlo porque temía lo que le ocurriría en el más allá después de la muerte, pero yo no creo en eso, de modo que, dada mi opinión totalmente deprimente sobre la condición humana y lo dolorosamente absurda que ésta es, ¿por qué seguir adelante? Finalmente no logré encontrar ninguna razón lógica para explicarlo y llegué a la conclusión de que, sencillamente, los seres humanos estamos programados para resistirnos a la muerte. La sangre es más fuerte que el cerebro. No hay ningún motivo lógico para aferrarse a la vida, pero, a quién le importa lo que dice el cerebro? El corazón dice: Has visto a Lola con su minifalda?

Por fin, se apagaban las luces, se abría el telón y la pantalla plateada se iluminaba con un logotipo que te hacía salivar el corazón, si se me permite mezclar las metáforas, con anticipación pavloviana.

Pronto construiría allí un edificio de apartamentos, en el mismo sitio donde tiempo atrás habían demolido el Rick’s Café.

Entonces la función doble ha terminado y abandono la magia Oscura y reconfortante de la sala de cine y vuelvo a emerger en la Coney Island Avenue, con el sol y el tráfico, y emprendo el regreso al triste apartamento de la Avenida K.

«Siempre está coqueteando con las chicas», le dijo una de esas zánganas estériles a mi madre. Sí, me gustaban las chicas. ¿Qué se supone que me tenía que gustar, las tablas de multiplicar?

Lo que no había comprendido era que Bechet, Armstrong, George Lewis, Johnny Dodds, Jelly Roll Morton y Jimmie Noone eran genios de la música. Tenían un estilo primitivo, pero, dentro de los parámetros del jazz de Nueva Orleans, poseían algo realmente mágico en su interior que manaba de cada nota que tocaban. Yo, que era un zopenco totalmente ingenuo, no comprendía que carecía de ese genio y que, a pesar de todo el entusiasmo y el amor que sentía por esa música, estaba destinado a no ser más que un músico insignificante y mediocre al que se escucharía y se toleraría gracias a su carrera cinematográfica, no por nada que tuviera algún mínimo valor para el jazz.

Pero a quién le importa lo que yo piense: todo es cuestión de gustos. A algunos esas esbeltas modelos de ropa interior pueden parecerles hermosas y sensuales y tal vez a mí no. Sólo que a mí sí me lo parecen y no hay nada que pueda hacer al respecto. Y luego dicen que es cuestión de gustos.

Y cuando hablo de perros también incluyo a los Yorkshire terriers. Ódienme si quieren, pero las mascotas no me gustan. Desde luego que no me agrada que me muerdan y detesto que me llenen de pelos, me laman o me ladren. Siempre pensé que, en la escala evolutiva, todos los animales son humanos fallidos. Tampoco me gusta que los canarios me canten ni que los peces me miren.

Les digo que tuve una buena infancia. No debería ser como soy.

Y, como yo estoy en las artes, envidio a las personas que se consuelan con la convicción de que el mundo que crearon perdurará, que se hablará mucho de él y que, de alguna manera, al igual que ocurre con los católicos y su fe en la vida después de la muerte, el «legado» que dejan como artistas los hará inmortales. La cuestión es que todas las personas que discuten sobre el legado del artista y que comentan lo genial que es su obra están vivas y pidiendo pastrami, mientras que el propio artista está metido en una urna o enterrado en Queens. Toda esa gente que desfila ante la tumba de Shakespeare recitando alabanzas le importa un reverendo comino al bardo, y llegará el día -un día muy lejano, pero va a llegar sin el menor asomo de duda- en que todas las obras de Shakespeare, a pesar de sus brillantes tramas y sus estirados pentámetros yámbicos, así como cada uno de los puntitos de Seurat, se esfumarán con cada átomo del universo. De hecho, el propio universo desaparecerá y no habrá ningún lugar donde puedas colgar el sombrero. Después de todo, no somos más que un accidente de la física. Y un accidente bastante torpe, por cierto. No el producto de un diseño inteligente, sino, en realidad, la obra de un vulgar metepatas.

Me contrataron y luego me dejaron a la deriva, igual que a los otros, pero, como los años de hostigamientos maternos me habían llenado de ambición, supe aprovechar sensatamente el tiempo y el dinero.

Como sea, Harlene y yo hacíamos de todo, así que un día levantamos la mirada y decidimos casarnos. Ēramos unos chavos; no nos quedaba otra cosa que hacer. Habíamos visto todas las películas y obras de teatro, habíamos ido a museos, habíamos jugado minigolf, nos habíamos tomado unos capuchinos en Orsini’s y habíamos pasado un día en Fire Island. ¿Qué quedaba? De modo que nos comprometimos.

Ellos, por sí mismos, no eran capaces de arrancarle una risita a un gordo maníaco drogado con gas de la risa.

Finalmente, me quedé. Compartí el baño y la cama. (Bruno Bettelheim cuenta que, en los campos de concentración, uno se habituaba rápido a unas condiciones espantosas que, sin la amenaza de tortura o muerte, habrían requerido largos años de adaptación con resultados dudosos. Por supuesto que Bettelheim no estaba pensando en compartir una cama con Milt Rosen.)

Era un autor judío de la misma manera en que lo era Mailer, es decir, ambos eran judíos pero eso jamás se traslucía en su obra.

Nos estrechamos la mano, sin firmar ningún papel, y seguimos juntos hasta que él se murió con cien años. Era una de las pocas personas, por no decir la única, entre las que yo conocí, que era un verdadero sabio. No sólo era listo olfato para el talento. La sabiduría es algo distinto, y por mucho que intenté enfrentarme a esa sabiduría con mis racionalizaciones, mis temores, mis prejuicios y mis ideas disparatadas, él siempre logró imponerse lo suficiente como para realizar una contribución gigantesca a mi carrera. Pero, al principio, me peleaba con él.

Cada noche, después de la función, nos íbamos con Jack al Stage Delicatessen para hablar de la actuación, y yo me enteraba de que algunas de mis referencias eran demasiado oscuras, demasiado para enterados, «demasiado agudas, tanto que sólo los perros pueden oírlas», decía Jack.

Gracias a ella, me he familiarizado un poco con Kant, Kierkegaard, Schopenhauer y Hegel, y si bien no podría afirmar realmente que ya podía distinguir mi «en sí» de mi «para sí», sí podía entender que «estar-en-un matrimonio malo» y «Estar-en-un matrimonio malo» no eran dos conceptos muy distintos entre sí, más allá de lo que Heidegger pudiera llegar a opinar.

Y en algún lugar del cielo, ese mismo personaje que había jugado sádicamente con Job se encontró con mi foto en el archivo y se frotó las manos con anticipatorio deleite.

¿Me proporcionó eso alguna clase de satisfacción? En mis labios empezó a dibujarse una sonrisita de superioridad como si yo fuera el profesor Moriarty, aunque segundos más tarde me encontré de golpe otra vez en el mundo real, donde esas pequeñas ironías no bastan para alterar la mezquina indiferencia de la naturaleza.

En aquellos tiempos había un sitio en Chicago que se llamaba Black Angus donde te servían unas costillas cuyo sabor le daba un sentido a la vida que no se podía encontrar ni en la religión, ni en el psicoanálisis o ni en el arte más sublime.

Hay una gran brecha entre fracasar en la letra impresa y fracasar en el escenario. Fracasar en la letra impresa es un asunto privado. Fracasar delante de una audiencia es algo embarazoso y el cómico experimenta la misma sensación desagradable que uno podría tener si lo crucifican.

Cientos de reseñas de todas partes, tan diferentes, tan opuestas entre sí. ¿Y con qué fin? ¿Así puedo leer que soy un genio o un idiota incompetente? Ya sé que soy incompetente y que no nací genio. La obsesión con uno mismo, esa traicionera pérdida de tiempo.

Pero ya llegaré a Manhattan. Primero, mi ingreso en el mundo del drama. Como no quería sacar partido de mis cualidades de payaso, decidí probar suerte con una tragedia, y si bien es posible que no haya logrado cumplir con los requisitos aristotélicos de compasión y temor, sí es cierto que conseguí que el público se compadeciera de mí y que los inversores aprendieran el significado del temor.

El libro nuestro de cada martes: A propósito de nada, de Woody Allen

Usted dirá… es decir, los que decimos somos los lectores; más allá del debate entre la vida personal de los artistas y su obra; mucho más lejos de nuestros prejuicios, las transgresiones y lo poco o mucho que podemos saber con exactitud de cuanto sucede; Allen se abre de capa y asombra por la franqueza de su texto, pero sobre todo por su genialidad, su humor acerado y a veces cínico que rompe estereotipos y perfecciona otros; dice que aún está en busca de la la película perfecta, de su gran obra, dice también que no es un intelectual, lo cierto es que para cualquiera es un hito en la historia del cine y de la cultura de nuestro tiempo. Atrévase con este libro, ríase hasta el dolor de estómago, debata consigo mismo y con Woody, porque lo que seguramente no va a suceder es la indiferencia. Algo más sobre el libro: https://www.culturamas.es/2020/09/22/woody-allen-a-proposito-de-nada/

Una conferencia interesantísima desde el Centro Sefarad Israel de España

Como no lo puedo evitar … el trailer de una de mis películas Poderosa Afrodita…

Poderosa Afrodita, el trailer

Y bueno… está bien… otra de mis favoritas de Allen y ya…

Medianoche en París
Imagginación

Meditación Divertida con Maggie

Disappearing Thoughts

clicks and clips

Tablaturas de mis pasos

Unas cuantas palabras y fotos para los lugares que me hacen feliz.

NOUS LES FEMMES

Aller au delà de nos limites à travers le monde. J'en suis capable, pourquoi pas toi? Pourquoi pas nous? Ensemble nous sommes invincibles "Je suis femme and i can".

Rosie Blog

A garden of wild thoughts. Feeling thoughts and dilemmas

Un Loco Anda Suelto

Entra en mi mente...déjame entrar en la tuya...

umaverma12

Inner-peace is necessary to overcome of all the pain.

Neus Sintes

En el soñador vida y sueño coinciden

La poesía, eso decían

Como plasmar la idea natural.

Cynthia Briones

Poesía, reflexiones, pensamientos.

Polisemia Revista cultural

En cada edición proponemos una palabra para indagar sus posibles significados desde distintas áreas.

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Alojamientos rurales en Avila y Provincia. Tlf.920206204/ 685886664