Las citas de los viernes: Algo que brilla como el mar de Hiromi Kawakami, ed. Penguin Books DeBolsillo

Las citas de los viernes ofrece la lectura de los momentos estelares de un libro de peculiar belleza, cerca de la prosa poética y una serie de metáforas de exquisita belleza que nos lleva más allá del amor en la piel.

Las citas de los viernes, Algo que brilla como el mar de Hiromi Kawakami

El libro nuestro de cada martes: Algo que brilla como el mar de Hiromi Kawakami, ed. Penguin

Un libro que concentra su belleza en la transformación del joven en adulto; los ritos de paso, la relación con los cuerpos y la función del amor; si bien es una joya de la expresión japonesa, distribuye su visión entre lo muy japonés y lo universal creando una metafora de la existencia de cada hombre. El encuentro con el amor y el desamor configuran un concierto de sensaciones y sentimientos que no pueden dejarnos indiferentes, por el contrario, se trata de un libro que nos obliga, desde las primeras páginas a dialogar con nosotros mismos.

Algo más sobre el libro: https://contralainercia.wordpress.com/2019/04/09/resena-hiromi-kawakami-algo-que-brilla-como-el-mar/

Algo más sobre la autora

El libro nuestro de cada martes: El señor Nakano y las mujeres de Hiromi Kawakami. Ed. Debolsillo

Pues sí, desde Amélie Nothomb no me pasaba, he vuelto sobre las letras de Hiromi Kawakami y me encuentro con un estilo reconocible, como volver a casa de algún buen amigo, pero no se repite, sus novelas si bien versan sobre la relación entre hombres y mujeres, entre hombres maduros y mujeres jóvenes, son siempre historias nuevas, sorprendentes y entrañables. Amo de esta escritora la ligereza de la vida y la profundidad de sus personajes. En esta novela de cuenta de las entretelas de un hombre que ama profundamente a las mujeres.

Algo más sobre el libro: http://japonbarcelona.com/literatura/blog/?p=538

Hiromi Kawakami lee su propia obra

Las citas de los viernes: Los amores de Nishino, de Hiromi Kawakami

Una pequeña pieza de relojería de inusitada belleza; Los amores de Nishino, de Hiromi Kawakami, editada por Penguin Random House, guarda, entre otras, estas diminutas joyas, que ustedes lo disfruten:

La primera vez que me rodeó el hombro, guardé silencio igual que Minami y dejé que lo hiciera. Simplemente me callé y dejé que me abrazara, sin
pensar si aquello era cariño o amor.

Recordé el modo que Nishino tenía de hacer el amor y, por un instante, sentí nostalgia. Sin embargo, me costaba recordar de qué modo estaba yo enamorada de él.

Se había enamorado varias veces, aunque nunca me contaba nada. Amaba en silencio y en silencio dejaba de amar, como cuando, de pequeña, hacía calladamente aquellas figuras de origami.

El gesto fue tan sutil que ni siquiera estaba claro si realmente lo había tocado. Pero mis ojos vieron cómo los dedos de la mujer trazaban una estela de un blanco inmaculado en el aire. Esa estela pasó rozando el hombro de Nishino para, a continuación, transformarse en una bella imagen residual.

A su alrededor flotaba una misteriosa aura. Un aura de la que carecía el resto de chicos de la clase. Yo tenía la sensación de que aquella aura, por más que intentaras empujarla y adentrarte en ella, no tenía fin. Cuanto más intentabas apartarla, más te adentrabas en ella. Nunca llegabas a alcanzar a Nishino, que estaba al otro lado. Sin embargo, era suave, cálida y muy agradable. De pronto tenías la falsa sensación
de que aquella aura era el propio Nishino.

Nos besamos durante un largo rato. Seguimos besándonos durante muchísimo tiempo. Nishino pensando en alguien que no era yo; yo pensando en otras cosas y no en él.

La mano de Nishino, en cambio, no me resultaba ajena. Cuando me di cuenta, ya no sabía dónde empezaba mi mano y dónde la suya.

Cuando me tocó por primera vez, con calma pero con decisión, resultó francamente violento. El resuello contenido, la ternura de sus gestos, suavidad de su voz no lograron ocultar su violencia. Porque las bestias que se abaten sobre sus presas siempre son violentas. Las criaturas grandes se abaten sobre las criaturas más pequeñas con movimientos refinados, sin malgastar energías. Cuanto más refinadas y eficientes, más violentas son.

Nos abrazamos. Con ternura. Como el agua. Pero sin convertirnos en agua.

Pegué el oído al teléfono para intentar captar si en aquella risa había algún atisbo de tristeza por no poder pasar el fin de semana con Manami, pero no percibí nada. Hablaba con la misma voz dulce de siempre, válida para todas las estaciones.

El tiempo parece imbécil, pensé, invadida un brutal sentimiento de impotencia.

Nishino sonrió. Era una sonrisa extraña, como si fuera plenamente consciente de que no existía ninguna mujer en el mundo capaz de amarlo de verdad. Una sonrisa como la llama incolora de gas que un día vi.

Subaru, dicho y hecho, se había tumbado lánguidamente en el suelo, como un charco acumulado sobre la tierra.

La lista tonta de los jueves… ¡El amor!

Hablemos del amor, pero del bueno, de ese que rompe vidas y nos estremece para siempre. Más allá de las manitas sudadas, la Lista tonta ofrece, una muestra del amor… lo primero que se nota en una lista es aquello que falta.

01


Enemigos, una historia de amor. Isaac Bashevis Singer.

http://dasbuecherregal.blogspot.com/2014/10/enemigos-una-historia-de-amor-isaac.html

03


El cielo es azul, la tierra es blanca. Hiromi Kawakami.

https://elbuscalibros.com/cielo-azul-tierra-blanca-1118055cb5e4

14


El burdel de las gitanas. Mircea Eliade.

https://elcultural.com/El-burdel-de-las-gitanas

15


Malena es un nombre de tango. Almudena Grandes.

https://www.unlibroaldia.es/malena-es-un-nombre-de-tango-almudena-grandes/

Viernes de citas: La belleza del Haiku

Del «Libro del Haiku», con la magnífica selección de Alberto Silva, estas diminutas joyas para disfrutar el viernes:

  • En Año Nuevo, iquién pudiera, de nuevo, hacerse niño!i Issa
  • A lomos de aquel hombre la chica cruza.el río, bajo luces rasgadas de luna. Shiki
  • Corriente abajo, sin huella de algún puente para este día que no se acaba. Shiki
  • Se alarga el día como mis ojos que se extravían escrutando el mar. Taigi
  • No quiere el día despedirse: remolonea entre los charcos. Issa
  • Fue darme vuelta o el hombre que cruzaba se hizo niebla. Shiki
  • ¡Primavera de viento!: el sauce llora gotas, polvo el ciruelo. Shôha
  • Mujer estéril: juega con ternura a las muñecas! Ransetsu
  • Luz en la lumbre cada muñeca viste su propia sombra. Shiki
  • Para los gatos, amar es revolcarse y entre grandes bostezos levantarse. Issa
  • ¿Es una flor caída, que vuelve a su rama? ¡Es una mariposa! Moritake
  • Las manos en el suelo, un sapo, respetuoso, recita su poema. Sôkan
  • Abre el oído, somételo al silencio de las flores. Onitsura
  • Un niño boquiabierto mira caer las flores ¡Todo un Buda! Kubutsu
  • Azaleas que en el dedo del cantero parecieran heridas. Buson
  • Hago del fresco mi propia residencia (y en ella duermo). Bashô
  • La campanilla no calla y escucha el calor en el suave gotear del reloj. Yayû
  • Hacia aquellas montañas, hirviendo se repliega la jornada. Onitsura
  • Una fila de hormigas prolonga la cresta de nubes flotantes. Issa
  • Al vagabundo el verano lo viste de tierra y cielo. Kikaku
  • Al fresco, mi cuarto se hace todo jardín, todo montañas. Bashô
  • Errante, sin fronteras, labrador de mi nimia parcela. Bashô
  • Todo está en calma. El son de las cigarras taladra rocas. Bashô
  • Mi guarida es menuda pero alcanza para las piruetas de mis pulgas. Issa
  • Cuarenta grados»: en su fiebre, el enfermo sigue en verano. Shiki
  • Este camino ya nadie lo recorre, salvo el ocaso Bashô
  • Luna en el agua: se astilla en mil pedazos, renacen mil lunas de agua. Chôshû
  • Con el agua, se escurre el día en los arrozales. Buson
  • A diez pasos de casa, como en un mar me interno en el otoño. Shiki
  • ¿A quién le cuento la pena de acabarse el otoño? Ryôkan
  • Me voy. Te quedas. Dos otoños. Buson
  • ¡Van tan atareadas, preñadas de lluvia, preñadas de viento, las velas del mar! Kyorai
  • Alba. Rugidos de ballena. Mar de escarcha. Kyôrai
  • Nieve, de luna iluminada, donde tirar mi vida. Kikaku
  • No hay cielo ni tierra. Sólo nieve que cae eternamente. Hashin
  • Montes y campos ocultos en la nieve, envueltos en la nada. Jôsô
  • Aguanieve infinita, impenetrable soledad
  • Los que miran la nieve, uno a uno invisibles, se han hecho nieve. Katsuri
  • Cumplir cincuenta sin jamás ser capaz de invernar. Issa
  • La llama inmóvil no es más que un firmamento de soledades. Yaba

El libro nuestro de cada martes: El cielo es azul, la tierra es blanca de Hiromi Kawakami

Sin duda este libro se trata del descubrimiento del año, de este año en que he vuelto a leer con la frecuencia que el encierro me ha autorizado; la prosa de Kawakami es límpida, clara y sincera, un tipo de literatura por el que me estoy decantando cada vez más – ¿será la edad?-, no por ello deja de ser arriesgada ni ágil. Encuentro en este libro una de las más hermosas historias de amor que haya leído, el encuentro entre la madurez y la juventud, que no es la salida de la pubertad ni la Lolita coqueta, sino el amor profundo del entendimiento y del combate a la soledad. Las imágenes son tenues y claras, se deslizan por la imaginación para alcanzar el alma, su dosis de humor, la violencia del encuentro y al final, la serenidad de la ceremonia final. De verdad, no se puede perder. Algo más sobre el libro: https://www.proceso.com.mx/523461/el-cielo-es-azul-la-tierra-blanca-de-la-japonesa-kawakami

Algo más sobre la novela

El vals del minuto de los lunes: El haiku al español

El haiku es una de las formas poéticas más hermosas de la literatura universal; en américa latina lo hemos adoptado a través de poetas como Tablada, pero el misterio del Haiku, está en su imagen… Una mirada a ese mundo misterioso

El Haiku, de la imagen a la palabra

El libro nuestro de cada martes: La pandilla de Asakusa de Yasunari Kawabata

Un libro sobre un tiempo extinto y una pasión permanente

Siempre me gusta volver a los libros de Kawabata, su prosa dúctil, serena y llena de imágenes de particular belleza, pero ahora, al regresar me recibe con un libro distinto, su primera novela y la última que fue traducida a idiomas occidentales. La Pandilla de Asakusa habla de la revolución cultural de los años veintes, de aquel encuentro con el Jazz, la pintura y en el caso del Japón, con la occidentalización. Muchos autores la han comparado con Dublineses, por ejemplo, o encuentran puntos de contacto con Hemingway, el hecho es que se trata de una novela de experimentación, de luz y movimiento, un rasgo distinto en Kawabata. Se trata pues, de una novela que uno no puede ni debe perderse.

Algo más sobre el libro:

Una opinión interesante: http://www.elpesodelaire.com/2016/09/la-pandilla-asakusa-yasunari-kawabata.html.

Un homenaje al autor

La lista tonta de los Jueves: ¡Gatos!

Ayer murió Kika, mi gatita de veinte años. Mi mujer la rescató de la calle en las peores condiciones cuando era apenas una cría de dos semanas; nos hizo felices, tratamos de hacer nuestra parte. Murió en paz, tranquila, en casa, con quienes la amábamos. Este es parte de mi homenaje

Lo que siempre se nota en una lista es lo primero que falta…

Imagginación

Meditación Divertida con Maggie

Disappearing Thoughts

clicks and clips

Tablaturas de mis pasos

Unas cuantas palabras y fotos para los lugares que me hacen feliz.

NOUS LES FEMMES

Aller au delà de nos limites à travers le monde. J'en suis capable, pourquoi pas toi? Pourquoi pas nous? Ensemble nous sommes invincibles "Je suis femme and i can".

Rosie Blog

A garden of wild thoughts. Feeling thoughts and dilemmas

Un Loco Anda Suelto

Entra en mi mente...déjame entrar en la tuya...

umaverma12

Inner-peace is necessary to overcome of all the pain.

Neus Sintes

En el soñador vida y sueño coinciden

La poesía, eso decían

Como plasmar la idea natural.

Cynthia Briones

Poesía, reflexiones, pensamientos.

Polisemia Revista cultural

En cada edición proponemos una palabra para indagar sus posibles significados desde distintas áreas.

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